Los aguacates requieren de los mismos cuidados básicos que cualquier otra planta a lo largo de su vida, sin embargo sus primeras semanas son críticas y necesitan de ciertas atenciones que garanticen que la semilla se convierta en un sano árbol.
En esta guía te enseñamos paso a paso como hacer germinar tu semilla de aguacate para que posteriormente puedas trasladarla a su lugar definitivo y disfrutar de sus deliciosos frutos.
1.- Remover la semilla del fruto y limpiarla.
En este paso es importante identificar la orientación de la semilla ya que si por accidente plantamos al revés nuestro hueso de aguacate no germinara de la manera adecuada y lo más probable es que muera.
Para limpiar el hueso no hace más falta que un poco de agua, sin embargo es importante no remover la cubierta café de la semilla
2.- Clavar palillos en el hueso.
Estos servirán de soporte para que la semilla no se ahogue en el recipiente donde crecerá durante sus primeras semanas. Clava los palillos en la mitad superior de la semilla e intentando que queden en ángulo como en la foto. Es importante señalar que solo queremos sostener el hueso con los palillos, no atravesarlo por completo ni facturarlo.
3.- Coloca tu semilla sobre un vaso, apoyándote en los bordes del mismo para intentar mantener la mitad superior de la semilla fuera del vaso. Después, llena el vaso con agua hasta que cubra la mitad inferior del hueso y deja todo el conjunto en un lugar donde reciba sol de manera indirecta. Cambia el agua del vaso cada dos o tres días para evitar que cualquier hongo pueda afectar el crecimiento de tu semilla.
4.- Esperar.
La semilla del aguacate puede tomar hasta 4 meses en alcanzar el tamaño ideal para poderla trasplantar. Durante este tiempo es importante cambiar el agua de manera frecuente y estar atento a las señales que nuestra planta nos dará para saber que vamos por buen camino.
Una buena práctica es cuidar de dos o más semillas al mismo tiempo por si alguna de ellas no germinara por alguna razón.
Aproximadamente a las 2 semanas de colocarla en el vaso, la semilla se comenzará a agrietar por la parte de arriba. Esto significa que pronto saldrán las raíces y el tallo.
Cuando el tallo y las raíces se asomen, será más fácil identificar las necesidades de nuestra semilla, como si está recibiendo suficiente luz solar o si algún hongo o bacteria está afectando su crecimiento. Será importante continuar vigilando nuestro hueso hasta que el tallo alcance una altura aproximada de 20 cm. En ese momento será seguro trasladar nuestra planta a una maceta o cualquier espacio en el que decidas plantarla.
Independiente del lugar que le quieras dar a tu nueva planta de aguacate, es importante darle todos los nutrientes que necesita por medio de un sustrato balanceado y pensado para las necesidades de la planta, y las condiciones de su ambiente. Finalmente, recuerda que una composta casera es también una excelente fuente de abono natural para todas tus plantas, además de que ayuda al medio ambiente a deshacerse de gran parte de los desechos orgánicos que se producen diariamente en un hogar.
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